32 educadoras comunitarias son parte de la primera promoción del proyecto “Mi Guagua a 1.000”
Días atrás se realizó la ceremonia de graduación de la primera promoción de la Escuela de Formación que es parte del proyecto “Mi Guagua a 1.000: Salud Integral en el Primera Infancia”, cuyo propósito es promover la salud integral de niños/as de cero a cinco años de edad, así como de las mujeres embarazadas y madres lactantes para contribuir a la reducción de los niveles de malnutrición y lograr una crianza saludable.
32 educadoras comunitarias del Patronato San José del Municipio de Quito, que trabajan en la modalidad de atención domiciliaria atendiendo a 1280 familias en las parroquias de Chillogallo, La Ecuatoriana, Turubamba y Guamaní, fueron capacitadas en la Escuela de Formación “Mi Guagua a 1.000” en temas de salud materno infantil y nutrición, y recibieron herramientas prácticas para fortalecer sus consejerías y atención a mujeres embarazas y niños de 0 a 2 años, con el fin de promover su salud integral y prevenir la desnutrición crónica infantil (DCI).
El programa de la Escuela de Formación constó de 11 sesiones, una por semana de dos horas de duración cada una, en las que se trabajaron temas clave en salud materno-infantil y primera infancia. El proceso constó de los siguientes componentes:
1. Jornada de diagnóstico de conocimientos e identificación de los temas de más interés y prioritarios para las consejerías familiares.
2. Sesiones sobre auto conocimiento y auto cuidado, para preservar la salud emocional de las educadoras y proporcionar herramientas de manejo emocional y reconocimiento de fortalezas.
3. Sesiones de formación en salud materno infantil sobre: el embarazo, parto, cuidados del recién nacido, lactancia materna, alimentación complementaria y alimentación nutritiva de la madre y el niño en todas estas etapas.
4. Encuentros con pediatras especialistas.
5. Evaluación participativa de conocimientos.
Además de su certificado, las educadoras graduadas recibieron una guía metodológica y una muñeca que representa a una mujer embarazada como herramienta didáctica que apoye sus consejerías domiciliarias.
Durante el tiempo compartido en la Escuela de Formación, las 32 educadoras participantes demostraron un total dedicación, interés y responsabilidad en cada sesión de este proceso de capacitación, evidenciando el alto compromiso, sensibilidad y esmero en el trabajo que realizan con las familias en situación de vulnerabilidad a las que brindan atención en el sur de Quito.