Descubre los beneficios de los probióticos y prebióticos
El tracto gastrointestinal es llamado el “segundo cerebro”, un sistema completo que envía y recibe todo tipo de información desde y hacia tu “primer cerebro”. El “cerebro” en tus intestinos tiene una variedad de receptores que recopila información sobre condiciones en tu sistema digestivo. Luego envía estas señales al “primer cerebro”, el cual envía esa información para controlar las funciones digestivas.
El microbioma intestinal: Tu microbioma es un ecosistema completo compuesto de trillones de organismos diversos (incluyendo bacteria, virus y hongos), que pesan entre dos y seis libras, y que tienen un efecto profundo en tu salud. Una de sus funciones principales es descomponer la fibra dietética, ya que el cuerpo humano no cuenta con el mecanismo para realizar este trabajo. El microbioma también apoya la salud del sistema inmunitario (el cual reside en su mayoría en esta área del cuerpo), ayuda a mantener alejados agentes externos que pueden enfermarte y produce varias vitaminas esenciales.
A pesar de que no sabemos con exactitud cuál es la composición ideal del microbioma, sabemos que mientras más diversa sea la población de habitantes en el intestino, mejor. Los alimentos que ingieres influyen mucho a la hora de mantener un equilibrio saludable de los microbios en el intestino, los que, a su vez, ayudan a tus dos “cerebros” a trabajar conjuntamente de forma óptima.
Prebióticos: Son los compuestos de muchos de los alimentos altos en fibra que consumes. A pesar de que los humanos no tienen la habilidad de procesar la fibra que consumen en alimentos como frutas, verduras, fríjoles y granos enteros, los microbios en tu intestino están más que felices de hacer ese trabajo por ti, en un proceso conocido como “fermentación”. A medida que los microbios fermentan la fibra que consumes, producen un compuesto que sirve de energía para las células que recubren el tracto intestinal, y de este modo, ayudan a mantenerlo saludable.
Probióticos: La palabra “probiótico” se deriva del griego (“promueve vida”) y es exactamente eso lo que los probióticos realizan en el tracto digestivo. Los probióticos son bacterias “benéficas” (muchas veces llamadas cultivos vivos) que consumes de los alimentos y suplementos. Los probióticos son las mismas bacterias que viven en tus intestinos. El consumir probióticos puede ayudarte a equilibrar la población de varias bacterias en los intestinos, lo cual promueve la salud intestinal. Para muchas personas, la fuente de probióticos más común son productos lácteos fermentados como yogur, kéfir y ciertos quesos añejos. También puedes obtener probióticos benéficos de vegetales fermentados como los pepinillos, el kimchi, las aceitunas y la col fermentada (solamente cuando tienen que refrigerarse; los productos enlatados son calentados durante su elaboración, lo que destruye la bacteria benéfica).