Día Mundial de las Telecomunicaciones y de la Sociedad de la Información
En el marco del Día Mundial de las Telecomunicaciones y de la Sociedad de la Información (17 de mayo), Leonardo Barbero, vicepresidente Senior de Producto, Gestión de Acceso y Redes Lumen LATAM, reflexiona sobre la aspiración de alcanzar la conectividad universal efectiva. De hecho, la Oficina del Enviado del Secretario General de las Naciones Unidas para la Tecnología, y la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT), anunciaron un nuevo conjunto de metas de las Naciones Unidas, que tienen por objetivo alcanzar la conectividad digital universal y efectiva para 2030.
Estas metas otorgan prioridad a la universalidad, la tecnología y la asequibilidad para que todos puedan beneficiarse plenamente de la conectividad. Sin embargo, y tal como lo señaló el Secretario General de la UIT, Houlin Zhao, “la conectividad universal por sí sola no es suficiente para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible”.
En el mundo, actualmente más de 4 mil 900 millones de personas cuentan con una conexión a Internet, esto es más de un 60% de la población global. No obstante, en muchos casos esta conectividad es poco fiable, ya sea porque es demasiado lenta o cara, o ambas incluso.
Ecuador se ubica como uno de los países de la región con mayor penetración de servicios de Internet. Un análisis del Banco Interamericano de Desarrollo, por ejemplo, habla de que el país tiene un porcentaje mayor al 60% de conectividad. Este indicador de penetración y cobertura de servicios impacta de manera directa en el desarrollo económico de un país. Sin embargo, hay otros indicadores que son importantes, como la disponibilidad, calidad del servicio, así como también la capacidad o ancho de banda que se le provee a los usuarios.
Ecuador se encuentra actualmente, en niveles cercanos a los 30 Mbps promedio para servicios broadband y por debajo de los 20 Mbps promedio para servicios móviles (según estadísticas públicas de Ookla – speed test), y aun cuando son valores que muestran crecimiento entre el 2020 y el 2021, distan bastante de los países líderes que poseen anchos de banda de descarga por encima de los 200 Mbps promedio por usuario país. Esta carencia obliga a los usuarios a compartir dispositivos, o simplemente, no poder aprovechar al máximo el potencial de sus televisores inteligentes, smartphones, wearables, computadoras personales, o de los servicios digitales que pudiesen contratar, indistintamente si tienen fines profesionales o de entretenimiento.
Para 2030, las metas de la UIT plantean que las conexiones de banda ancha deberán ser superiores a 10 Mb/s. En el caso de las escuelas, éstas deben ser de al menos 20 Mb/s. Si actualmente la capacidad técnica nos permite contar con conexiones de Fibra Óptica con velocidades que comienzan en los 300 Mb/s, claramente estamos reduciendo las brechas en materia de calidad, lo que implica que nuestros esfuerzos como industria de las telecomunicaciones se deben enfocar en la expansión territorial de la infraestructura tecnológica; desde conectar zonas geográficas aisladas o de difícil acceso, hasta incrementar la capilaridad de los puntos de conexión en los centros urbanos.
Alcanzar la conectividad universal efectiva para 2030 es el desafío por superar, y por ello, orientar nuestro quehacer al logro de este objetivo, es fundamental para contribuir al progreso de nuestras sociedades.