El aumento de alquileres lleva a plantear la opción de comprar una vivienda
Los beneficios de la Ley de Apoyo Humanitario para las personas que tienen problemas para cumplir con pagos de servicios básicos, seguros, arriendo o créditos bancarios rigieron hasta el 12 de noviembre. Para evitar los desahucios, los arrendatarios deberán cancelar el 20% del valor de los cánones pendientes; es decir, que a partir del mes en transcurso los inquilinos deben cancelar sus deudas en mora y en el caso de no poder deberán buscar una nueva vivienda para arrendar.
De ahí que, adquirir una vivienda propia, un lugar donde siempre regresar es, definitivamente, el sueño de muchos y tiene sus ventajas. La casa propia ofrece una sensación de estabilidad y seguridad; por otro lado, el alquilar y cambiar a menudo de un lugar a otro puede perturbar la paz de la familia, especialmente de los niños. A partir de esto, el Arq. Joan Proaño señala que “En la actualidad hay facilidades para adquirir la primera vivienda gracias a los nuevos créditos hipotecarios en el BIESS o el programa de Vivienda de Interés Público (VIP), que contemplan cómodas cuotas y facilidades de pago”.
Así también, hay varios puntos a favor al contar con casa propia, entre los que destacan: creación de un patrimonio, pues tu vivienda, en caso de una dificultad financiera, se puede arrendar, o vender, mientras que el dinero que tú gastas mensualmente en un arriendo, no regresa. Proaño, además, indica que “En esta crisis debido a la pandemia quienes tienen que pagar la cuota del préstamo realizado al adquirir una casa y se han quedado sin trabajo tienen tres maneras para cubrir la deuda: ya sea con el seguro de desempleo del IESS, el seguro de desempleo para el pago del crédito hipotecario y la opción de refinanciamiento de deudas«.
En definitiva, el fuerte aumento de los precios de los alquileres de los últimos años ha llevado a muchos inquilinos a plantearse la opción de comprar una vivienda, a través de créditos hipotecarios cuya tasa de interés es similar a la de un arriendo. La decisión de alquilar es menos atractiva cuando, por un importe similar al del alquiler mensual, se puede pagar una cuota hipotecaria para una vivienda equivalente.