Saturday, 5 Oct 2024

El dolor lumbar crónico afecta a 60 millones de latinoamericanos

 
 
   

 

Se estima que 8 de cada 10 personas padecerán algún tipo de dolor en la zona lumbar a lo largo de su vida. Cuando esta afección se prolonga por más de tres meses es denominada dolor lumbar crónico, una enfermedad en sí misma y una de las principales causas de discapacidad en el mundo. El doctor Marco Narváez, presidente electo de la Federación Latinoamérica de Asociaciones para el Estudio del Dolor (FEDELAT) asegura que “En Latinoamérica, alrededor de 60 millones de pacientes viven con dolor lumbar crónico y, de ese número, el 10% se asocia a cierto grado de discapacidad, sea leve, moderada o severa”.

 

El especialista explica que existen factores de riesgo asociados al dolor lumbar crónico como el sobrepeso, tabaquismo, sedentarismo, tener malas posturas y manejar carga pesada. Estos aspectos no solo aumentan las posibilidades de padecer la enfermedad, eventualmente también podrían limitar la funcionalidad del paciente y dificultar el desarrollo de actividades cotidianas como caminar, comer, dormir, interactuar con su entorno e incluso afectar total o parcialmente la movilidad, lo que a su vez impacta la vida laboral, familiar y salud emocional.

 

Ante este escenario, el Dr. Narváez agrega que un manejo integral del dolor crónico es determinante para mejorar el pronóstico de recuperación y evitar que genere discapacidad. “Es importante abarcar las diversas dimensiones de la enfermedad y proveer un tratamiento multidisciplinario que incluya opciones farmacológicas personalizadas y adecuadas a las características del paciente, así como terapia física y psicológica”, señala.

 

Así mismo, el Dr. Narváez destaca la necesidad de generar estudios sobre el costo de la enfermedad y de comprender el dolor lumbar crónico como un problema de salud pública cuya atención debe ser priorizada por los sistemas de salud. “Esta enfermedad tiene un impacto económico en el paciente, la familia y el Estado, debido a una significativa reducción en la productividad, gastos en tratamiento, hospitalización y licencias médicas”, enfatiza.

 

Como una de las tareas impostergables para contribuir a mejorar la calidad de vida de los pacientes con dolor crónico y reducir los riesgos de generar discapacidad, el especialista reitera la importancia de la educación médica en dolor.
Finalmente, hace un llamado a evitar la automedicación con tratamientos de venta libre como los antiinflamatorios no esteroideos (AINES), “Debido a que estos pueden provocar una complicación de salud mayor si son utilizados de forma inadecuada y sin supervisión médica”.

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