Protección de los negocios frente a las cuentas impagas
Muchas compañías optan por vender sus productos o servicios a crédito con el fin de aumentar su rentabilidad, ser más competitivas, atraer nuevos clientes y generar más ventas que les permitan ganar participación de mercado. Sin embargo, hoy en día por el contexto actual económico es común que las empresas también adopten políticas de ventas conservadoras procurando cuidar la salud de su cartera, lo que ocasiona que sus deseos de crecimiento se vean interrumpidos. Es por ello que en un entorno empresarial que evoluciona constantemente para adaptarse a los cambios que se viven en el mercado, cada vez más empresas en el país se suman a la acertada decisión de contar con un seguro de crédito.
La mayoría de las empresas en Ecuador han venido adoptando una política de seguros a su gestión, invirtiendo sumas importantes de dinero en la protección de sus activos como edificios, automóviles, mercadería, maquinaria, entre otros. No obstante, en muchos casos aún les falta por considerar una de las cuentas más importantes de su balance y que puede determinar la continuidad de la empresa: las cuentas por cobrar. Una buena herramienta para mitigar esto es el seguro de crédito, que protege las ventas a crédito del impago de sus compradores, permitiendo a las empresas crecer sin riesgos, contar con políticas de venta más agresivas, y acceder a líneas de crédito, sin preocuparse del impago de terceros.
“Es conocido que las empresas no quiebran por falta de rentabilidad, sino por falta de liquidez. El seguro de crédito ha permitido no solamente crecer a las empresas sino también salvarlas en algunos casos de la bancarrota producto del no pago de los créditos que otorgaron. Esta escena se vivió con mucha mas intensidad durante el 2020 como consecuencia de la pandemia del COVID-19 que afectó además de las ventas domésticas (dentro del país), también a las ventas hacia el exterior que realizaron nuestros exportadores”, expresa Alberto Podestá, subgerente de seguro de crédito de Seguros Confianza.
En el marco del mes de la educación financiera que se celebra en octubre, Alberto Podestá brinda una práctica guía de cómo con el seguro de crédito, los negocios pueden protegerse y optimizar sus ventas frente a sus deudores:
1. Se necesita contar con aliados: Facilita sus ventas al tener el respaldo de un grupo de expertos aseguradores que se encargan de evaluar a cada comprador y así minimizar el riesgo de vender a un cliente que tal vez no tenga la capacidad de pago y/o respuesta oportuna. “Con una visión imparcial se puede identificar plenamente a quién autorizar o no un límite de crédito. Así se evita el sesgo que pueda existir en el equipo comercial de la empresa de querer vender a un cliente por llegar a un presupuesto sin pensar en el riesgo que este puede significar”, afirma el directivo de Seguros Confianza.
2. Gestión de cobro: Es una ventaja que le permite optimizar tiempo y dinero a la empresa asegurada, ya que el equipo de cobranzas de la aseguradora se encargará de ayudarle a recuperar esa deuda impaga en un tiempo prudente.
3. Aseguramiento: Finalmente, si la prevención realizada mediante el análisis económico-moral de los compradores y la gestión de cobro de la deuda impaga no fueron lo suficientemente efectivos, existe la indemnización del valor vencido por parte de la aseguradora.