Rol que desempeña el texto escolar en la dinámica educativa de la actualidad
El sistema educativo enfrenta uno de los más grandes retos de la historia: reinventarse, adaptarse y garantizar su calidad. En ese sentido, las instituciones educativas deben implementar planes estructurados, sostenidos en “rocas pedagógicas” que incluyan programas virtuales y vayan acompañados de recursos que sean una guía para docentes, estudiantes y familias. Carmen González, pedagoga española de ESO y formadora de profesores en PLE (Entornos Personales de Aprendizaje) ABP (Aprendizaje Basado en Proyectos), PBL (Aprendizaje Basado en Problemas), entre otros; sostiene que los estudiantes de la sociedad de la innovación tendrían que poder aprender, trabajar, jugar y compartir en prácticamente cualquier contexto.
Un programa virtual es aquel que contempla un ciclo de aprendizaje pertinente, una metodología definida que asegure una secuencia didáctica, recursos digitales que afiancen el proceso, un docente capacitado en todo el programa, un espacio virtual seguro que proporcione al estudiante protección ante ciberataques y, por supuesto, un texto escolar impreso, donde el alumno pueda plasmar sus progresos. Entonces, surge la necesidad de un análisis en torno a las medidas adoptadas por algunas instituciones que han dispuesto la eliminación del texto escolar en su proceso de enseñanza, para colocarlo en la sección de “bienes suntuosos e innecesarios”. Ante ello, nace entonces el siguiente cuestionamiento: ¿Es pertinente prescindir del texto escolar? La realidad es que el texto escolar es un mediador, una guía que da luces al docente, al estudiante y a la persona que lo acompaña en su aprendizaje.
Las páginas escolares están diseñadas “a medida” para un estudiante. “Cuando se expone a un niño a información que no responde a su edad ni a su realidad y que presenta un vocabulario extenso y complejo, con certeza se producirán situaciones de frustración y ansiedad”, asegura Raquel Tamayo, psicóloga educativa. La parte sensorial es otro punto que se activa con un texto escolar. Estimular los sentidos del estudiante es fundamental. Cuando un libro interviene en el proceso de enseñanza, hace que el aprendizaje sea más eficiente, debido a que participan principalmente la vista y el tacto y, en menor grado, el olfato.
Otro factor que debe ser tomando en cuenta con mucha responsabilidad es que los estudiantes tienen distintas formas de aprender, los libros respetan estas diferencias, pues las actividades variadas que se plantean están diseñadas de lo simple a lo complejo y proporcionan a los docentes herramientas para identificar las destrezas y aptitudes a reforzar. En cuanto a la realidad local, los textos escolares diseñados en Ecuador van acordes con lo que el currículo ecuatoriano establece, lo que permite a los estudiantes estar preparados para las evaluaciones que exige el ente rector. Un estudio realizado hace poco establece que las familias se aferran a los libros como una herramienta1. Los resultados obtenidos indicaron que el 63,9 % de los padres y el 54,6 % de los docentes encuestados consideran que no sería positiva una enseñanza sin libros de texto.