El Realismo Fantástico amplifica la experiencia del público hacia una nueva percepción de la realidad

El Realismo Fantástico nos hace imaginar que vivimos una película, recordamos escenas de nuestras vidas y dejamos volar nuestra imaginación, esta idea no es descabellada, después de todo, cada vez más el cine está dentro de nuestras vidas. Así lo entiende Luis Felipe Fernández-Salvador, presidente de Fundación Identidad Nacional y creador de este nuevo género cinematográfico, quien lo impulsó a través de la película ‘A Son Of Man’ (2019).
Fernández-Salvador distingue al Realismo Fantástico de otros géneros o subgéneros porque “Trabaja exclusivamente con personajes reales, con relaciones reales, en experiencias y lugares reales, al mismo tiempo que se acoge a la decisión estética y narrativa del cine clásico (ficción), amplificando la experiencia del público hacia una nueva percepción de la realidad”.
Al responder qué porcentaje del largometraje es ficción, Fernández-Salvador indica “Es difícil identificar qué tanto de la realidad hay en el cine de ficción y en el documental, pero si hablamos de las leyes gravitacionales de la realidad, el cine documental cumple con un porcentaje elevado de estas y el Cine de Realismo Fantástico cumple con las mismas y más. Si lo llevamos a números, encontramos que en ‘A Son Of Man’ el 10% es trabajo artístico y el 90% es realidad”.
La producción de una película de Realismo Fantástico nace en la observación del director, de encontrar personas unidas por historias comunes. El Realismo Fantástico no recrea experiencias pasadas, se desarrolla en el presente, es una especie de “reality show cinematográfico”. Es un cine de vivencias, que explora los rincones emocionales de todos los sujetos y personajes que forman parte de la historia. Sin embargo, se nutre también del cine surrealista, del cinema verité (o antropológico) y los combina con técnicas del cine de ficción.
Para avanzar en la filmación, el Director Creativo elige cuidadosamente las intenciones creando “pretextos narrativos” (MacGuffin’s), que lo ayudarán a empujar el desarrollo narrativo.
Las películas de Realismo Fantástico no son autobiográficas, sus protagonistas viven emociones presentes, al punto que no se les obliga a correr riesgos que podrían presentarse con el avance de la historia, si corren esos riesgos es porque se sienten seducidos a ello.
Ese es el principal atributo del Realismo Fantástico, que al no contar con actores sino con personas que se interpretan a sí mismas, no recrean vivencias pasadas, crean realidad al andar.