Pony Malta busca generar conciencia contra el Bullying y sobre todo cómo prevenirla
El pasado 2 de mayo se celebró el Día Internacional contra el Bullying o acoso escolar, reconociendo de esta manera que la violencia atenta contra los derechos de los niños y adolescentes; la salud y el bienestar. Pony Malta se suma a la prevención de esta problemática con la campaña #EnergiaContraElBullying como una forma de evidenciar que el 60% de los casos de cyberbullying se da en redes sociales, buscando crear conciencia a través de cápsulas con contenido informativo y útil que compartirá en sus redes sociales.
“Pony Malta está comprometida con el desarrollo integral de los niños adolescentes y eso incluye también el aspecto psicológico. Con #EnergiaContraElBullying a buscamos despertar conciencia en nuestros consumidores sobre el impacto que ocasiona el cyberbullying e invitarlos a ser parte del cambio. Además, queremos que estén alertas, sea capaces de identificarlo oportunamente y, si están en una situación como esta, busquen ayuda y puedan superarlo”, comentó Arianne Mendieta, jefa de Marca Pony Malta.
¿Por qué el bullying?
Según estudio de UNICEF en Ecuador, los niños de 11 años son más propensos a sufrir acoso físico o cibernético, 1 de cada 5 niños ha sufrido bullying y este afecta al menos al 23% de estudiantes entre 11 a 18 años Las principales formas de intimidación son: insultos, rumores, golpes y acoso a través de tecnologías, conocido como cyberbullying, que busca atemorizar sicológicamente a terceros por medio de plataformas online. Correos electrónicos, chats, video juegos, comentarios en redes sociales son las formas más comunes de acoso virtual, que actualmente incluye a cualquier persona sin límite de edad o condición social.
Las consecuencias para quienes sufren de este abuso pueden ser el miedo, vergüenza, angustia, ansiedad, pensamientos suicidas, aislamiento, baja autoestima, problemas de sueño entre otros. La Psic. María Gracia León comenta que pueden contrarrestarlo “Estando alerta del accionar de los hijos, que no minimicen o invaliden a quién lo padece o al que informa, empatizando, pidiendo ayuda y denunciando. No debemos normalizar estas conductas porque no son normales”.