Friday, 19 Apr 2024

Presencia de la pubertad precoz

 
 
   

 

Todo niño debe llegar a la adolescencia, y con ello a su maduración física y sexual. Esto es algo normal. Pero, ¿qué pasa cuando este cambio se da de una manera prematura?, como el caso de niñas que a temprana edad manifiestan un cambio total en su aspecto físico; o el de los niños que empiezan a hablar con un tono de voz más grave. Todo conlleva a una sola explicación: presencia de la pubertad precoz. A decir de los especialistas en endocrinología pediátrica, este término se refiere al crecimiento acelerado de los huesos y del cuerpo, que inicia antes de los 8 años en las niñas, y de los 9 en los niños. (Mayo Clinic/España).

 

En Ecuador, no existen estadísticas oficiales sobre esta patología, ni de las variantes de  la  normalidad  como  la  telarca  (inicio  del  desarrollo  de  la  mama)  o  de  la pubarca  (primera  aparición de  vello  púbico en  un  adolescente),  como lo  indica Marjorie Morales, endocrinóloga pediatra. Como  es  de  conocimiento  general,  la  pubertad  es  el  periodo  del  desarrollo humano  en  el  que  tienen  lugar  los  cambios  biológicos  y  características  sexuales, que marcan la diferencia entre la infancia y la edad adulta. (pediatriaintegral.es).

 

Entre los principales síntomas se pueden visualizar el crecimiento de los senos, primer periodo  menstrual, vello  púbico  o  en  las  axilas,  acné  y agrandamiento  de  los genitales (en niños). Existen tres tipos de pubertad precoz: central, periférica y terciaria. Así lo indica la también especialista Alexandra Vimos, quien además menciona que “No existe una causa  definida,  pero  es  más  frecuente en  mujeres y eventualmente  hay factores predisponentes como la edad gestacional, un peso bajo y falta de crecimiento”. También  puede  deberse  a  tumores,  hidrocefalias,  o  algunos  síndromes  como  el hipotiroidismo.

 

A  futuro  este  problema  trae  complicaciones  físicas  (problemas  de  estatura), sociales y emocionales en quienes la experimentan. En el caso de los tratamientos, todo depende de la causa. Si se trata de la pubertad precoz central debe administrar se fármacos, como los análogos de GnRH (reducen los  niveles  hormonales). Mientras  que  en la  periférica – si hubiese  presencia  de  un tumor – debe someterse al paciente a intervención quirúrgica.

 

Una  de  las  recomendaciones  para  poder  percatarse  de  algún  cambio  en  los pequeños es constatar las diferencias en su físico, al momento en que estos toman su baño, como lo manifiesta la endocrinóloga Elena Oña, “Verificar como está el crecimiento de sus senos, sus vellos, etc. Cabe recalcar que es importante revisar los   antecedentes   de   los   padres,   enviar   algunos   análisis   como   resonancia magnética, pélvica, renal entre otras”, expresa.
Según   Oña, los   padres   deben   manejar esta   patología únicamente   con   el especialista  encargado,  pero  también pueden  hacer  uso  de  la  prevención evitando el  consumo de  alimentos  con  persevantes,  para  sustituirlos  por comida orgánica.

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