Wednesday, 12 Feb 2025

La inmunoterapia estimula las defensas naturales del cuerpo para combatir el cáncer

 
 
   

 

La lucha contra el cáncer ha motivado, a lo largo de décadas, la suma de varios esfuerzos de investigación, e innovación farmacéutica para desarrollar no solo terapias que permitan alargar y mejorar la calidad de vida de los pacientes, sino también nuevas herramientas que apoyen la prevención y diagnóstico temprano de la enfermedad. En el campo del tratamiento, uno de los avances más recientes y revolucionarios es precisamente la Inmunoterapia, cuyo principio es la estimulación del sistema inmunitario del organismo para que  este  se  defienda  y  frene  el  avance  de  la  enfermedad.

 

El cáncer forma parte de las enfermedades no transmisibles (ENT) o crónicas que tienden a ser de larga  duración  y  afectan desproporcionadamente  a  los  países  de  ingresos  bajos  y  medios;  en 2020 causó casi 10 millones de muertes en el mundo. Entre los principales factores de riesgo son el  consumo  de  tabaco  y  alcohol,  dietas  poco  saludables,  inactividad  física  y  contaminación  del aire.  Ante  esto,  un  diagnóstico  temprano  y  tratamientos  innovadores  como  la  inmunoterapia pueden reducir la tasa de mortalidad. En la búsqueda de este objetivo, compañías como MSD han puesto a los pacientes en el centro de  su  compromiso,  aplicando  junto  a  sus  equipos  profesionales  las  últimas  tecnologías  de investigación.

 

La compañía biofarmacéutica MSD tiene el mayor programa de investigación clínica en inmunoterapia de la industria, con más de 1.300 ensayos clínicos en todo el mundo; se enfoca en  conocer la aplicación de  la  inmunoterapia, para  distintos  tipos  de  cáncer,  incluyendo  la exploración de diversos biomarcadores, para mejorar la calidad de vida de los pacientes y marcar un  antes y  después  en  la  humanidad.

 

Sus  innovaciones  para  abordar el  cáncer han  reescrito  el rumbo de la oncología. El tratamiento de inmunoterapia de MSD se utiliza principalmente en adultos para tratar cánceres avanzados,  que  se  han  extendido  o  reaparecido,  que  no  responden  a  otros  tratamientos  o  no pueden  extraerse mediante cirugía.  Para  el  linfoma  clásico  de  Hodgkin,  se  utiliza  también  en niños.
A continuación, algunos ejemplos con datos de supervivencia:
●En cáncer de piel (melanoma): Ha logrado reducir un 40% el riesgo de muerte. Además, muestra mejoras a largo plazo en la prevención de nueva enfermedad, en comparación con placebo, con casi el 60% de los pacientes vivos y sin recurrencia después de 3,5 años.
●En  cáncer  de  pulmón  no  microcítico  metastásico: A  los  cinco  años,  el  81,4%  de  los pacientes que terminaron dos años de tratamiento estaban vivos y casi la mitad de estos pacientes seguía sin tratamiento. También, redujo el riesgo de muerte en un 38% frente a quimioterapia.
●En  cáncer  de  mama  triple  negativo: En  un  estudio  principal,  el  grupo  que  recibió  el tratamiento de  MSD  más  quimioterapia  vivió  casi  10  meses  sin  que  la  enfermedad empeore,  mientras  que  el  grupo  de  placebo  más  quimioterapia  vivió  5  meses  sin  que empeore su enfermedad.
●En cáncer de riñón: Redujo el riesgo de muerte en 47% mejorando significativamente la supervivencia global. Y disminuyó el riesgo de progresión de la enfermedad en 31%.
●En  cáncer  de  cabeza  y  cuello:  Los  pacientes  vivieron  en  término  medio  11,6  meses, mientras que los que recibieron tratamientos convencionales vivieron 6,6 meses.

 

La Dra. Carmela Oranges, directora médica para Ecuador y Colombia de MSD destaca que “En MSD trabajamos para crear un mundo en donde  el cáncer no solo sea  tratado sino también curado. Trasladamos  los  avances  científicos  a  innovaciones  biomédicas  para  ayudar  a  las  personas  con cáncer  en  todo  el  mundo.  Combatir  esta  enfermedad  es  nuestra  pasión,  apoyar  al  acceso  a nuestros medicamentos es el compromiso y la investigación nuestra misión”.

 

Avances para prevenir y detectar
La  carrera  contra  el  cáncer  involucra  además  el  desarrollo  de  innovaciones  que  apoyen  la prevención y detección. En ese sentido, la vacuna contra el Virus del Papiloma Humano se suma a  las  alternativas  para  reducir  la  incidencia  del  cáncer  de  cuello  uterino,  que  representa  en Ecuador la segunda causa de muerte por cáncer. Cambiar  el  estilo  de  vida  contribuye  a  reducir  el  riesgo  de esta  enfermedad.

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