Thursday, 19 Sep 2024

Las mujeres han desempeñado un rol fundamental en la producción y conservación del chocolate Pacari

 
 
   

 

Celebrar el 8 de marzo como el Día Internacional de la Mujer, es la fecha perfecta para revisar los retos y las oportunidades de las mujeres en distintos ámbitos. Y más ahora cuando, según la ONU para los derechos humanos, Michelle Bachelet, “la pandemia ha provocado un retroceso de más de 18 años en la participación laboral femenina en América Latina y el Caribe”. Por esta razón, las empresas desempeñan un papel fundamental para incentivar la participación de la mujer local en distintas áreas de los negocios, generando impacto en diversos sectores de la población a través de una visión incluyente. Precisamente Pacari, empresa ecuatoriana reconocida a nivel mundial por sus buenas prácticas y por ser la única marca en el mundo que trabaja con cacao biodinámico, ha basado su modelo de negocio en el comercio justo, impulsando así el desarrollo social y económico de las comunidades de agricultores de pequeña escala, en donde las mujeres juegan un rol fundamental.

 

Para Carla Barbotó, cofundadora y CEO de Pacari, el impulso productivo a las mujeres tiene un efecto social poderoso. “Las mujeres trabajamos inspiradas en nuestra familia. Entre nuestras diversas facetas, al ser madres, tenemos la capacidad de distribuir nuestro tiempo, energía y recursos con equitatividad”. Para esta emprendedora, luego de unos veinte años de trayectoria, un negocio con enfoque social puede cambiar la vida de las personas, y a través de las mujeres este cambio es integral. En cada chocolate de Pacari están las manos de muchas mujeres. “Es evidente que cuando el dinero llega al bolsillo de la mujer, la familia crece”, dice Barbotó con orgullo, al compartir experiencias con las que espera inspirar a otras compañías para así beneficiar a la sociedad.

 

Pacari nace de la relación con pequeños agricultores locales. Mientras Carla Barbotó y su socio y esposo, Santiago Peralta, promovían el cultivo orgánico del cacao fino de aroma, conocían más cercanamente las necesidades de sus aliados en el campo y con ello la búsqueda de soluciones favorables a su calidad de vida de los agricultores y sus familias. La participación de más mujeres en los procesos, incrementa sus oportunidades de crecimiento económico, con un impacto visible en el desarrollo de sus familias y su comunidad.

 

Otro ejemplo del mejoramiento de las condiciones para las mujeres rurales está en la prodigiosa innovación de los productos de Pacari. Al introducir nuevos sabores locales en sus barras de chocolate, se extiende aún más la demanda de insumos orgánicos, y con ello las oportunidades para las mujeres. Este es el caso de las cooperativas de mujeres de los páramos andinos, las cuales se han fortalecido crecientemente al proveer a Pacari de frutas nativas como la uvilla y el mortiño, con precios significativamente superiores a los ofrecidos comúnmente en el mercado.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *