Sunday, 13 Oct 2024

Preparar un huerto urbano permite a las familias trabajar en equipo y crear hábitos sanos de alimentación

 
 
   
En la gráfica: Ing. Orlando Pacheco de la Finca Botánica de Young Living

 

Si ya tienes claras tus razones y consideraciones por las que quieres preparar un huerto urbano, ¡Manos a la obra, estamos listos para comenzar!
1. Dispón de un lugar con luz natural directa. Las hortalizas, al igual que el resto de las plantas, necesitan la luz solar para obtener energía a través de la fotosíntesis. En principio, la mejor orientación será aquella que nos permita una buena cantidad de horas de luz directa.
2. Considera una fuente de agua. El lugar elegido para el huerto debe tener una toma de agua cercana que nos permita el acceso al riego mediante una regadera o una manguera, o poder instalar un sistema de riego por goteo.
3. Define si lo harás en un jardín, en macetas o si cuentas con poco espacio, puede ser en posición vertical. El tamaño será directamente proporcional al tamaño de la planta adulta que deseas sembrar.
4. Prepara un buen drenaje. Una maceta tiene que poder desechar el exceso de agua, ya sea por exceso de riego o de lluvia, por lo que se necesita de una adecuada filtración en la base. En el exterior, puedes colocar una bandeja para proteger el suelo.
5. Mezcla tu sustrato con la siguiente relación: 2 de tierra de sembrado o turba por 1 de tierra agrícola y 1 de arena.
6.- Luego de combinarla, cubre con un plástico negro y exponla al sol durante un día.
7.- Llena las macetas o mesas con el suelo preparado y humedece.
8.- Procede a sembrar.

 

Aquí te dejamos una propuesta de diseño de huerto urbano para principiantes.
Propuesta de huerto urbano
Espacio de 100 cm x 50 cm o una opción vertical, ya sea en macetas o recipientes, te dejamos algunas recomendaciones que son ideales para plantar en macetas y, que, además resultan indispensables en cualquier cocina.
Vegetales: lechuga, calabacín, berenjenas, pimientos, patatas, espinaca, rábanos, apio.
Plantas aromáticas: albahaca, toronjil, tomillo, orégano, romero, perejil, etc.
Debido a su aroma intenso, alejan a los insectos que atacan a las plantas con más frecuencia. No requieren de gran cuidado y crecen con facilidad.

 

a) Siembra
o Es importante saber si nuestra semilla es para siembra directa o si necesita almacigo, si son de almacigo debemos ponerlas a germinar y luego trasplantarlas cuando estas tengan hojas funcionales.
o Antes de sembrar semillas directamente en la maceta o en el área del huerto, se debe humedecer la capacidad de campo.
o Debemos tapar la semilla con una leve capa de tierra (2 veces el diámetro de la semilla) y posteriormente regar con cuidado.
o Si es de trasplante, se debe regar el sitio y colocar la pequeña planta enterrándola hasta el cuello de la raíz y, enseguida, apretando el suelo para que no quede expuesta al aire, esto es recomendable hacerlo en horas de la tarde.
o Es importante considerar que cada planta tiene diferentes tiempos de germinación.

 

b) Poda y riego, la salud de tus plantas
La salud de las plantas garantiza una buena cosecha.
El riego depende de la relación suelo-planta, ya que no todas las plantas necesitan la misma cantidad de agua, lo ideal es tenerlas en capacidad de campo y una forma práctica es que después del riego se apriete la tierra con la mano para que quede con la forma de nuestros dedos, pero que no chorree agua.
Debemos cuidar mucho que nuestro huerto tenga el drenaje adecuado porque el exceso de agua hace que nuestras raíces se mueran por falta de oxígeno.
La poda es una práctica que sirve para ayudar a estimular su producción.

 

c) Nutrición de la tierra de tu huerto, mantenimiento.
La nutrición del suelo es la base fundamental para una buena cosecha. Un abono orgánico que se puede aplicar al suelo o sustrato es el compost elaborado con los desechos de cocina y es mejor si se usa humus de lombriz debido a su rápida asimilación. Para la nutrición foliar es recomendable utilizar bioles, como agua de arroz o agua de lenteja (fermento), debido a la carga alta de fitohormonas, combinada con aceites esenciales de Young Living, los cuales actuarán como vehículo de ingreso del abono foliar y como repelente de plagas. Se recomienda aplicarlo cada 15 días.

 

d) ¡Cosecha y disfruta!
Cosecha los frutos según el momento óptimo y al instante de consumirlos para así aprovechar su calidad organoléptica y nutricional. Debes hacerlo con cuidado utilizando unas tijeras o un cuchillo para no dañar la planta que debe seguir produciendo. Algunas hortalizas como el tomate se recoge en el momento de su maduración, su color rojo nos lo indica claramente. Por último, cabe mencionar que, en un pequeño huerto urbano con algunas hortalizas de hoja como la lechuga o las espinacas, nos podemos dar “el lujo” de cosecharlas hoja a hoja (cogiendo siempre las hojas más externas) según nuestra necesidad, sin tener que arrancar toda la planta, de esta forma cosecharemos solo que se vaya a consumir al momento.
Ahora sí, ¡prepara unas ricas ensaladas y unos nutritivos jugos o smoothies con el fruto de tu cosecha!

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