Friday, 21 Mar 2025

La importancia de una correcta higiene del sueño es un mantra que la mayor parte de la población tenemos interiorizado

 
 
   

 

El año pasado fue devastador para la inmensa mayoría del país, dejando como evidencia a un gran porcentaje de ecuatorianos afectados en su salud mental, según el Observatorio Social de Ecuador, Se estima que en el país durante los primeros 10 meses del año que inicio la pandemia han ocurrido 977 suicidios, más de tres al día. Preocupan especialmente los casos de personas jóvenes, incluso niños, niñas y adolescentes. De hecho, el suicidio es la principal causa de muerte entre adolescentes en Ecuador develando que la salud mental y emocional empeoró durante la pandemia.

 

Además, según datos del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC) en el Ecuador el promedio de horas de sueño a la semana es de 55,3 horas. En el área urbana se duerme 54,8 horas y en el área rural 56,6 horas, confirmaban que su calidad de sueño empeoró con la pandemia, pero no solo eso, pues existe una correlación entre la calidad del sueño con la calidad de vida. Bajo esta realidad, la Dra. Laura Río Martínez, doctora en Psicología Clínica y de la Salud y docente-colaboradora del Máster Universitario en Neuropsicología Clínica de VIU responde algunas preguntas al respecto.

 

En primer lugar, es interesante señalar que el sueño no es una función como a veces se piensa, sino un estado fisiológico diferente a la vigilia. Así, se trata de un fenómeno activo durante el cual se producen cambios en diversas funciones. Por otra parte, la cantidad de horas de sueño que necesita dormir cada persona es variable. ”Por ejemplo, un recién nacido duerme una media de 16 horas, mientras que en las personas ancianas la media se sitúa entre 5 y 6 (lo que hace necesario, generalmente, un período de descanso diurno o siesta). Si bien es cierto que las personas adultas necesitan de media entre 7 y 8 horas al día, existen lo que llamamos “cortas dormidoras”, que tienen suficiente con 6 horas, y “largas dormidoras”, que necesitan entre 9 y 10 horas para estar bien”, comenta la profesional.

 

¿Qué son los sueños y por qué soñamos?
Los sueños están formados en parte por contenidos que hay en la memoria de la persona, a los que se suma información procedente del entorno. Así, elementos externos que están presentes en ese momento se introducen dentro del sueño, siendo esto especialmente frecuente en el caso de los sonidos. Lo que sí sabemos es que las personas que recuerdan sus sueños hablan siempre de imágenes, y un 65% habla también de sonidos y sensaciones auditivas, mientras que la intervención de otros sentidos es mucho menor. Además, también se experimentan emociones y cambios en las frecuencias respiratoria y cardíaca.

 

¿Qué son esas ‘sacudidas’ o sensación violenta de caer que muchos hemos experimentado al momento de quedarnos dormidos?
Esta experiencia se llama espasmo mioclónico o sacudida hipnagógica. Se trata de un fenómeno habitual que no debe preocuparnos, que responda a una contracción muscular involuntaria, fuerte y repentina. El término hipnagógico hace referencia a la transición entre la vigilia y el sueño, ya que este fenómeno se produce en el momento en que nos estamos quedando dormidos. En ese momento, el cerebro todavía mantiene cierto estado de alerta y se producen numerosos cambios en variables como el tono muscular o la frecuencia cardíaca.

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